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Cada año, millones de dispositivos eléctricos y electrónicos se desechan cuando los productos se rompen o se vuelven obsoletos y se tiran. Estos dispositivos desechados se consideran residuos electrónicos y pueden convertirse en una amenaza para el medio ambiente y la salud humana si no se tratan, eliminan y reciclan adecuadamente.
Artículos comunes como computadoras, teléfonos móviles y grandes electrodomésticos, así como equipos médicos, se clasifican como residuos electrónicos.
Cada año, millones de toneladas de residuos electrónicos se reciclan y almacenan de forma incorrecta. Cuando los residuos electrónicos se reciclan de manera inadecuada, pueden liberar hasta 1.000 sustancias químicas diferentes al medio ambiente, incluidos neurotóxicos perjudiciales como el plomo.
Las mujeres embarazadas y los niños son particularmente vulnerables debido a sus vías únicas de exposición y a su estado de desarrollo.
Contenidos
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- Datos del Informe de la OMS
- Impacto de los residuos electrónicos en la salud humana
- Un problema que crece rápidamente
- Entonces, ¿cómo debemos desechar correctamente los residuos electrónicos y cuál es el proceso de reciclaje?
Datos del Informe de la OMS
Según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se requieren acciones efectivas y urgentes para proteger a millones de niños, adolescentes y mujeres embarazadas en todo el mundo cuya salud se ve comprometida por el procesamiento informal de dispositivos eléctricos o electrónicos desechados.
“Con volúmenes crecientes de producción y desecho, el mundo enfrenta lo que un foro internacional reciente describió como un creciente ‘tsunami de residuos electrónicos’, poniendo vidas y salud en riesgo”, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
“Del mismo modo que el mundo se unió para proteger los mares y sus ecosistemas de la contaminación por plástico y microplástico, debemos unirnos para proteger nuestro recurso más valioso —la salud de nuestros niños— de la creciente amenaza de los residuos electrónicos”, agregó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Alrededor de 12,9 millones de mujeres trabajan en el sector informal de recolección de basura, lo que potencialmente las expone a residuos electrónicos tóxicos y pone en riesgo a ellas y a sus hijos por nacer.
Mientras tanto, más de 18 millones de niños y adolescentes, algunos con apenas 5 años de edad, participan activamente en el sector industrial informal, del cual el procesamiento de residuos es un subconjunto.
A menudo se involucra a los niños por parte de padres o cuidadores en el reciclaje de residuos electrónicos porque sus manos pequeñas son más hábiles que las de los adultos.
Otros niños viven, van a la escuela y juegan cerca de centros de reciclaje de residuos electrónicos, donde altos niveles de productos químicos tóxicos, principalmente plomo y mercurio, pueden dañar sus capacidades intelectuales.
Los niños expuestos a los residuos electrónicos son particularmente vulnerables a los productos químicos tóxicos que estos contienen debido a su menor tamaño, órganos menos desarrollados y rápida tasa de crecimiento y desarrollo. Absorben más contaminantes en relación con su tamaño y son menos capaces de metabolizar o eliminar sustancias tóxicas de sus cuerpos.
Impacto de los residuos electrónicos en la salud humana
Los trabajadores que buscan recuperar materiales valiosos, como cobre y oro, corren el riesgo de exposición a más de 1.000 sustancias nocivas, incluido plomo, mercurio, níquel, retardantes de llama bromados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).
Para una futura madre, la exposición a residuos electrónicos tóxicos puede afectar la salud y el desarrollo de su hijo por nacer durante el resto de su vida.
Los posibles efectos adversos para la salud incluyen resultados negativos en el parto, como mortinatos y partos prematuros, así como bajo peso y talla al nacer.
La exposición al plomo derivada de actividades de reciclaje de residuos electrónicos se ha asociado con mayores tasas de trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), problemas conductuales, cambios en el temperamento infantil, dificultades de integración sensorial y puntuaciones cognitivas y de lenguaje reducidas.
Otros impactos adversos en la salud infantil asociados a los residuos electrónicos incluyen alteraciones en la función pulmonar, efectos respiratorios, compromiso de la función tiroidea y un mayor riesgo de algunas enfermedades crónicas más adelante en la vida, como cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Los niños son los más vulnerables
Se han señalado una serie de resultados perjudiciales para la salud asociados a las actividades de reciclaje de residuos electrónicos.
Los niños y las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables a los efectos contaminantes de las actividades informales de reciclaje de residuos electrónicos.
En algunos países, los niños suelen participar en la recolección de residuos electrónicos, pudiendo servir como fuente de mano de obra barata, y sus manos pequeñas les dan ventaja en el desmontaje de los artículos más pequeños. Estas actividades exponen directamente a los niños a lesiones y a altos niveles de sustancias químicas peligrosas.
La exposición a los residuos electrónicos puede estar asociada con los siguientes efectos en la salud durante el embarazo y en bebés y niños:
– Aumento de las tasas de muertes fetales y partos prematuros;
– Reducción de la función pulmonar y respiratoria e incremento de la incidencia de asma.
Los niños y las mujeres embarazadas corren mayor riesgo que los adultos de ser contaminados por los contaminantes generados por la actividad informal de reciclaje de residuos electrónicos debido a sus vulnerabilidades únicas.
Un problema que crece rápidamente
El volumen de residuos electrónicos está aumentando a nivel mundial. De acuerdo con la Global E-waste Statistics Partnership (GESP), hubo un incremento del 21% entre 2014 y 2019, cuando se generaron 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos.
A modo de comparación, la cantidad de residuos electrónicos de 2020 equivale a 350 cruceros formando una fila de 125 km de longitud. Este crecimiento debería continuar a medida que el uso de computadoras, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos siga expandiéndose, junto con su rápida obsolescencia.
Solo el 17,4% de los residuos electrónicos producidos en 2019 llegó a instalaciones formales de gestión o reciclaje, según las estimaciones de la GESP; el resto fue desechado ilegalmente, predominantemente en países de renta baja o media, donde es reciclado por trabajadores informales.
La recolección y el reciclaje adecuados de residuos electrónicos son esenciales para proteger el medio ambiente y reducir las emisiones climáticas.
En 2019, la GESP descubrió que el 17,4% de los residuos electrónicos que fue recolectado y reciclado adecuadamente impidió que hasta 15 millones de toneladas de equivalentes de dióxido de carbono fueran liberadas al medio ambiente.
Entonces, ¿cómo debemos desechar correctamente los residuos electrónicos y cuál es el proceso de reciclaje?
1. Recolección
Primero y más importante, los residuos electrónicos no pertenecen a la basura general. Al desechar residuos electrónicos, debes llevarlos a un lugar de recolección designado, generalmente un contenedor especial para reciclaje, un punto de recolección certificado o grandes minoristas de productos electrónicos.
Recolectar artículos electrónicos mediante contenedores de reciclaje, programas de devolución, puntos de recolección o servicios de recolección bajo demanda es el primer paso en el proceso de reciclaje de residuos electrónicos. Después de eso, los residuos electrónicos mezclados se envían a recicladores especializados en electrónicos.
En esta etapa, las mejores prácticas exigen que los residuos electrónicos se separen por tipo, por lo que muchos puntos de recolección aún tendrán varios contenedores y cajas para cosas diferentes. Esto es especialmente crítico para residuos electrónicos que requieren manejo adicional, como las baterías, y que pueden causar daños significativos si se mezclan con otros tipos de residuos.
2. Clasificación, desmontaje y trituración
El primer paso en el procesamiento de residuos electrónicos implica la clasificación manual para extraer artículos específicos, como baterías y lámparas, para su propio procesamiento. Durante esta etapa, ciertos artículos pueden desmontarse manualmente para recuperar materiales o componentes valiosos para su reutilización.
Después de la clasificación manual, los residuos electrónicos se trituran en trozos pequeños para facilitar la clasificación precisa de los materiales. Esta es una etapa crítica del proceso, ya que los electrónicos generalmente consisten en varios materiales que pueden separarse mecánicamente cuando se rompen en trozos del tamaño de centímetros.
3. Separación mecánica
La separación mecánica de materiales implica múltiples procesos secuenciales, siendo la separación magnética y la separación con agua las etapas principales.
Separación magnética
Los residuos electrónicos se trituran y se someten a separación magnética para extraer metales ferrosos como hierro y acero, mientras que los metales no ferrosos se separan utilizando corrientes de Foucault.
Estos metales se envían luego a instalaciones de reciclaje especializadas para su fundición. Otros materiales, como placas de circuito y plásticos con metal incrustado, se separan durante esta etapa.
Separación con agua
Tras la separación magnética, el residuo sólido restante consiste principalmente en plástico y vidrio. Para purificar aún más el residuo y separar distintos tipos de plástico, se utiliza agua en una etapa de separación posterior. Contaminantes evidentes también se separan manualmente durante este proceso.
4. Recuperación
Una vez separados, los materiales se preparan para su reutilización y venta. Ciertos materiales, como el plástico o el acero, se dirigen a otros flujos de reciclaje.
Sin embargo, otros pueden procesarse in situ y venderse directamente, junto con componentes utilizables extraídos durante etapas anteriores del proceso de reciclaje.
